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Caso Blaquier: “Mi padre es el primer detenido desaparecido del golpe de Estado"

By HugoMiguel - martes, 10 de julio de 2012

Ricardo Arédez, hijo del exintendente jujeño Luis Ramón Arédez, dialogó con INFOnews sobre la citación judicial a Carlos Pedro Blaquier, presidente de Ledesma, y sobre la complicidad de esta empresa con el accionar represivo. “Teníamos muy pocas esperanzas de que se juzgara a los culpables".


“Mi padre es el primer detenido desaparecido del golpe de Estado. Nosotros vimos cuando se lo llevaron en una camioneta de Ledesma”. Ricardo Arédez tenía 16 años cuando comenzó la dictadura cívicomilitar y no duda en asegurar que los dueños y directivos de la compañía azucarera jujeña deben ir a la cárcel por ser copartícipes del terrorismo de Estado.
Ricardo Arédez habló con INFOnews acerca de los dos secuestros que sufrió su padre, Luis Ramón Arédez, de quien no se tienen noticias desde el 13 de mayo de 1977, mientras familiares de víctimas de crímenes de lesa humanidad están a la expectativa de la declaración judicial del presidente de Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, convocado para este martes.





Luis Arédez.

Luis Arédez.
Luis Ramón Arédez había sido intendente de la ciudad jujeña Libertador General San Martín y su desaparición es uno de los tantos delitos por los cuales deberá responder Blaquier, citado a los tribunales por el juez federal tucumano Fernando Poviña (subroga el Juzgado Federal Nº2 de Jujuy).
Para eso, en mayo se le realizaron chequeos médicos al empresario, con el fin de determinar si está en condiciones de presentarse. La reactivación de la investigación sobre la complicidad de Ledesma con el régimen dictatorial es histórica: después de 36 años de parálisis la Justicia empezó a actuar y esta semana comenzará el primer juicio por crímenes cometidos durante la última dictadura en Jujuy.
“Teníamos muy pocas esperanzas de que se juzgara a los culpables mientras siguiera (Carlos) Olivera Pastor (el juez federal Nº2, que renunció en marzo debido a diversos cuestionamientos que sufría por el nulo avance de causas por delitos de lesa humanidad), cómplice del poder económico. Así nunca íbamos a saber la verdad”, apuntó Ricardo Arédez.
“Olivera Pastor sostenía que no había elementos de prueba para mandar a allanar dependencias ni citar a declarar Alberto Lemos (exadministrador del ingenio Ledesma), ni a Carlos Pedro Blaquier, ni a Federico Nicholson, que hoy es vicepresidente primero de la Unión Industrial Argentina (UIA) y entonces ya formaba parte del directorio de Ledesma”, señaló Ramón Arédez.
Luis Ramón Arédez es un médico que tenía “mucha llegada a la gente obrera” y a los vecinos de villas de emergencia. “Él era radical, pero sintió que la Primavera Camporista el escenario era propicio para cambiar las condiciones sociales de la gente”, dijo. Arédez finalmente accedió al cargo de intendente de Libertador General San Martín a pedido del Partido Justicialista.
Propuesta simple: que paguen los impuestos
Cuando asumió la intendencia, Luis Arédez se propuso exigir a Ledesma que comenzara a pagar los impuestos de las tierras de su propiedad y de la fábrica, para que la Municipalidad pudiera realizar obras de distinta naturaleza y así no depender de los aportes de dinero del gobierno central de la provincia. Arédez permaneció ocho meses al frente de la intendencia durante los cuales Ledesma pagó apenas un mes de impuestos. El 24 de marzo de 1976, el día del golpe de Estado nacional, Arédez fue detenido a las 3 de la mañana y fue llevado en una camioneta de la empresa Ledesma, manejada por un empleado. Permaneció detenido cuatro meses en el Penal de Villa Gorriti en la ciudad de San Salvador de Jujuy y seis meses en el penal de La Plata, provincia de Buenos Aires. Cuatro meses después, el 20 y el 27 de julio de 1976, se produjeron en las localidades de Libertador General San Martín, Calilegua y El Talar apagones de luces desde la 22 hasta las 6 del día siguiente, donde se perpetraron 400 detenciones con camionetas de la empresa Ledesma. Treinta detenidos nunca regresaron. Se recuerda entonces todos esos apagones como La noche del apagón, con una marcha que une Calilegua y Libertador General San Martín.
El 23 de marzo de 1977 Luis Arédez fue dejado en libertad, sin documentos. Llegó entonces a Libertador General San Martín e inmediatamente se hizo cargo de puesto de médico en el hospital Escolástico Zegada, en Fraile Pintado, a 15 kilómetros de la ciudad. “En Libertador General San Martín se produjo un gran recibimiento por parte de obreros y familiares de desaparecidos y el pueblo en general”, recordó Ricardo Arédez.
Segundo secuestro. Al mes y medio, el viernes 13 de mayo, al mediodía, el doctor Arédez salió con su auto del hospital de Fraile Pintado y en la puerta lo despidieron sus colegas. Como cualquier día. Iba a su casa, cuando en la ruta fue interceptado por tres hombres de civil, de lentes oscuros. Según testigos, los vecinos lo saludaron y les llamó la atención que Arédez no les devolviera el saludo. El auto apareció seis meses después, abandonado en las cercanías del Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires. Luis Arédez nunca más apareció. “Ni una caminera en esos tiempos de dictadura registra el paso del auto”, señaló Ricardo Arédez.
Al mes de este último secuestro, tras una misa en Libertador General San Martín, llamaron al domicilio de Luis Arédez, atendió y en pocos segundos la Gendarmería -cuya sede se encuentra en Ledesma- ingresó violentamente a la casa, en un operativo en el que se encontraba Juan de la Cruz Kairus, empleado de Ledesma. Entonces, se llevaron todas las pertenencias. En agosto, se presentaron en el domicilio tres personas en un Ford Falcon, de civil y lentes oscuros. Pidieron hablar con Olga, la esposa de Luis, y que saliera a la calle. Olga, odontóloga (falleció en 2005 víctima de una enfermedad producida por la actividad azucarera de Ledesma) se resistió al pedido y, como los vecinos estaban observando, los sujetos se retiraron.
“Desde entonces sufrimos una seguidilla de hechos contra nosotros en Ledesma, torturas psicológicas con llamadas telefónicas y hasta intentos de secuestro a mi madre”, apuntó.
Ricardo Arédez señaló que Alberto Lemos (exadministrador del ingenio) “reconoció que habían comisionado a su personal a hacer operativos junto con fuerzas armadas, el día del golpe de Estado”. “Lemos declaró que Arédez le había producido mucho daño económico a la empresa Ledesma. La noche de los apagones mi padre estaba detenido, pero a mí me tocó ver lo que pasaba, ver cómo levantaban gente en los mismos móviles de la empresa Ledesma, que después eran llevados en tráilers al escuadrón de Gendarmería, al lado del hotel de la empresa Ledesma, aledaño a una escuela y a barrios del personal jerárquico de la empresa”, reseñó.
Trama de impunidad. Ricardo Arédez se mostró esperanzado en que a partir de este nuevo impulso judicial pueda castigarse a los culpables y se quejó de la trama de impunidad que persiste en Jujuy. “El defensor de Blaquier es Horacio José Aguilar, que había dejado el juzgado federal en manos de su secretario en la Cámara de Apelaciones de Salta, Olivera Pastor. Es decir que Aguilar siempre fue socio de Blaquier”, aseveró.
También cargó contra el gobernador, Eduardo Fellner. “Tiene el estudio Fellner Frías Asociados, que asistió a la empresa Ledesma en el causa de la muerte de mi madre por bagazosis, una enfermedad ocasionada por la contaminación ambiental provocada por la empresa. Acá en Jujuy está todo puesto como para que nada avance y nunca sepamos nada. Pero si ya sobrevivimos a una dictadura, no hay que bajar los brazos ahora. Hay que buscar la verdad, saber dónde están enterrados nuestros seres queridos, darles una sepultura que por cuestiones culturales tenemos que dársela y construir un país para todos. Los que cometieron delitos deben ir a la Justicia y, si los condena la Justicia justa, la que buscamos desde hace 36 años, que cumplan la sentencia”, expresó Ricardo Arédez.
El próximo jueves 26 de julio se realizará en Ledesma la tradicional Marcha del apagón, que este año, por el impulso judicial a las causas sobre violaciones a derechos humanos, tendrá un sabor especial. “La marcha fue ideada por las madres de detenidos-desaparecidos del departamento Ledesma Jujuy, de las cuales ninguna está viva ya”, comentó Ricardo Arédez. “Este año se hará con un espíritu mucho más claro, con más energía, con más esperanza. Estaremos ayudándolo al juez (Fernando) Poviña, no dejándolo solo. Porque las presiones siempre son muy fuertes en Jujuy”, finalizó. La marcha será especial, además, porque ese día se cumplirán 60 años de la muerte de Eva Duarte de Perón.

FUENTE: www.infonews.com/2012/07/10/politica-28812-caso-blaquier-mi-padre-es-el-primer-detenido-desaparecido-del-golpe-de-estado.php

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